"El tio con labia"
Tras un pequeño parón en esta sección del blog, y como ya anunciamos en el primer volumen, hoy toca hablar de ese personaje conocido por todos como "El tio con labia".
Todos tenemos un amigo, conocido, o hemos oido hablar de alguien que se gana a las tias como quiere, que les dice 4 cosas al oido y las tiene en la palma de la mano. Este personaje suele ser generalmente no muy agraciado debido a que aquellos considerados por el sexo contrario como guapos generalmente se ganan el pan con su cara y si tienen algo de labia, esta queda totalmente desplazada.
Todos hemos tenido la siguiente situación alguna vez:
- ¿Pero cómo coño consiguio ese tio llevarse a esa pedazo de tía?
- Es que ese tío tiene mucha labia....
Cuando vemos esta situación generalmente no nos causa sorpresa, sino más bien envidia, el primer pensamiento que se nos pasa por la cabeza es "Quiero tener la labia de ese tío para llevarme a la tía que quiero". Pero ¿en qué consiste la labia? ¿Simplemente saber qué decir en cada momento? ¿Ser oportuno? Más bien se trata de perder la timidez en la situación, después ya depende del desparpajo de cada uno.
De nada sirve buscar un método seguro para ligar, con ello sólo se encuentran personas a las cuales se les dice lo que quieren escuchar y se les hace sentir especiales el tiempo necesario para que te vean interesante.
La gente generalmente actúa de forma que intentan atraer a la persona que quieren poniendose una máscara que creen a esa persona le gusta. Una vez conseguida la persona el proceso se hace a la inversa. Se intenta ir poco a poco mostrándose como es uno hasta ver si la otra persona te acepta como eres en realidad, lo cual puede acabar bien si con esa máscara quitada le gustas más, o bien fatal porque ya no te gusta así. Es lo que todos conocemos como "hacerse el guay" para gustar a alguien, lo cual queda muy lejos de gustar a alguien por como eres.
La conclusión sería: ¿De verdad la gente se conoce tal y como es? Bueno, las caras pueden ser una ditracción, pero la cosa va así: "La gente se conoce, se gustan el algo superficial, y llenan los huecos vacios con cualquier cosa que quieran creer."
Con lo cual "El tío con labia" vuelve a quedar como mito y envidia para ligues de una noche. Para todo lo demás, mejor ser uno mismo.
En el próximo volumen de "Ligoteo. Simplificando el tema" hablaremos de las rachas, bajonas y rayadas de las relaciones"
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