lunes, 29 de octubre de 2012

- Diario de un inconformista (Prólogo) -

        Pensar que en plena juventud de tu vida puedas tener una crisis de edad es algo que, dicho a un anciano, podría resultarle tan irónico que te diera una buena ostia (merecida) y te dijera un poco de palabrería sabía, no obstante eso no quitaría que el sentimiento que quiero compartir con vosotros no sea real, puede que incoherente sí, pero irreal no. Toda mi próxima reflexión sé que la hago desde un punto de vista no objetivo y que seguramente esté influenciada por una mala racha de falta de incentivos.
Todo radica en la edad de los 21 años, la adolescencia ya se te ha quedado algo lejos y la edad adulta, llena de responsabilidades, la tienes a la vuelta de la esquina. Todo se base en estudios, alguna salida sin ningún incentivo y poco más. Es como dejar la vida pasar. Te das cuenta que todo poco a poco va pasando y tú no lo aprevechas como quieres o en un par de años atrás esperabas, llámalo buscar un hobbie, aprender a tocar un instrumento, encontrar a alguien especial...
Todo se concentra en un sentimiento de insatisfacción en el que no encuentras ningún tipo de aliciente más que pasar el día a día porque sí, y aunque tú te esfuerzas por buscar algo que te llene, algo que te anime a seguir basándote en algo convincente, no eres capaz de encontrarlo. quizás porque tú estás cerrado a ello, quizás porque te gusta la idea de ser un incomprendido, porque eres masoka, o porque poco a poco te autoconvences de que estar así no es tan malo. Te imaginas que en algún otro lugar del mundo podrías ser mucho más feliz, o explotar tus gustos, aficiones, mucho más que donde estás, te sientes como autolimitado continuamente y tú que te creías capaz de ser fiel a tí mismo te das cuenta que te has convertido en uno más de la manada.
La cosa es que la gente a tu alrededor sigue con sus vidas, se echan novias y novios y ves como, las relaciones de las que hace tiempo te reias por ser empalagosas o por quitarles tiempo de estar con sus amigos, en el fondo lo que te dan es envidia por no poder estar en su lugar, de todos modos sabes que para encontrar a alguien que te convenciera (haciendo honor a tu inconformismo) sería un milagro prácticamente. Tus amigos no se cansan de repetirte "cuando menos te lo esperes llegará", como si fueran adivinos o algo, y encima no paran de pedirte consejo sobre las relaciones como si tu fueras un entendido en el tema. Para suplirlo te metes en relaciones que no van a ningún lado, que tú mismo sabes que desde un principio no van a tirar para adelante, pero que a la misma vez necesitas. Y llegado el punto en el que te cansas de no poder soportar a alguien que sabes que, aunque estás de lujo con esa persona, no va a ningún lado, por lo que autosaboteas la relación y te vuelves a encontrar en el punto de partida. Es un círculo vicioso. Puede ser cosa de la edad o cosa del momento, lo único que es verdad es que todos necesitamos un golpe de efecto de vez en cuando, que nos haga ver las cosas con distinta perspectiva y que nos vuelva a dar ilusión.

5 comentarios:

  1. La verdad es que no podrías haberlo expresado mejor. Aunque si piensas eso de tener una crisis así a los 21, si a alguien le pasa antes es para matarlo, ¿no? xD (lo digo porque me identifico bastante...)

    Muy buen blog y muy buen twitter, desde hoy te sigo también por aquí :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Supongo que todo se basa en las rachas, y en saber valorar lo que tienes en cada momento y no esperar a no tenerlo para acordarte de ello...
      Gracias por la crítica, espero tener esto más cuidado a partir de ahora.

      Eliminar
  2. Tener una crisis de edad es algo que se da con bastante frecuencia. Se supone que llegados a cierto punto, el resto de la humanidad, incluido tú mismo esperas llegar a unos objetivos que luego resultan estar mucho más lejos de lo esperado. Y si miras a tu alrededor nadie suele estar conforme con lo que tiene y la frustración se acaba palpando en el ambiente. Al final tienes una crisis, sea del tipo que sea, dentro de una sociedad apática y perdida en sí misma...

    ResponderEliminar
  3. Completamente de acuerdo con lo que dices.

    ResponderEliminar